1972

Se firma en Trípoli (Libia) la adjudicación a Arrasate, previo concurso internacional, de la instalación llave en mano de una planta de producción para la fabricación de tubo soldado. La planta, cuya superficie se eleva a los 17.000 metros cuadrados, tiene un valor total de 4.800.000 € (800 millones pts.).

La cooperativa Eroski, con 32 centros de venta en marcha, supera ya los 17.000 socios consumidores, con un notable incremento en la cifra de ventas, cuya composición por secciones sigue evolucionando a favor de sectores no alimenticios.

Resulta curioso reseñar que en este 1972 la cifra de ventas por persona para el conjunto de las cooperativas se sitúo alrededor de los 6.000 € (1millón de pesetas, en la moneda de la época); cantidad nada desdeñable si tenemos en cuenta que la jornada de trabajo se había reducido a las 45 horas semanales. Muchas horas si juzgamos con el criterio actual, pero a comienzos de los setenta del siglo XX la semana de 45 horas representaba un considerable avance social.